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            Arratsalde on herkide guziei. Mila esker etorri zareten guziei, Los Pajes bostkoteari omenaldi hau egiteko.

            Omenaldi xumea, beraiek ziren bezalakoa. Omenaldi Herrikoia beraiek ziren modukoa ere, eta omenaldi musikala eta humoretsua, zeren ezin da ulertu Los Pajes-en historia musika eta humorerik gabe.

            Beraz, ongi etorri, ongi pasa eta ongi kanta gurekin.

Queridos amigos, familiares, Pajes antiguos, Nuevos Pajes, miembros de Altaffaylla, autoridades…

Vamos a trasladarnos por unos minutos al año 1886. De este año, es este censo del Ayuntamiento de Tafalla.

En el número 3 de la calle Mayor, es decir, en esta puerta, vive una familia venida hace unos de años antes de Villafranca.

Y por esta puerta vemos salir a Rafael Catalán Sesma “El Paje”, de 44 años, que va a trabajar a su zapatería. Luego veremos a Martina Sánchez Etxeberria, su mujer, de 46 años, que sale ha hacer unas compras.

Al poco rato vemos salir con cierta prisa a Juan Guillermo, Rosendo y Mamiliano, de 21, 19 y 15 años, que se les han pegado algo las sábanas porque han andado ayer de ronda hasta las tantas y ahora llegarán algo tarde a la zapatería de su padre.

Más tarde veremos salir a Carlos, inquieto y vivaracho, de 12 años, para ir a la escuela. Y por último, ya avanzada la mañana, saldrá silvando el pequeño Luis, de 4 años a jugar por las Cuatro Esquinas.

Esta era la Familia de Los Pajes, los míticos Pajes, que no sólo dejarán en Navarra un gran recuerdo popular, sino que fueron los primeros en grabar los tres primeros discos de jotas navarras. Además, dieron comienzo o quizás continuaron, una singular saga musical que hoy se ramifica por Navarra y América.

El pequeño Luis, el que veíamos silvar con cuatro años, marchó a América e hizo una famosa rondalla profesional que grabó discos, compuso canciones y recorrió Argentina. Mamiliano también marchó a América y dejó allí una siembra de guitarristas y una cantante de ópera que terminó en Perú. Otro de sus hijos, Fernando, llegó a tocar con Carlos Gardel.

Y qué decir de la saga de Rosendo, con una ristra de músicos excelentes, destacados en la voz, la guitarra y la percusión. Precisamente un nieto suyo, Ricardo, que ha recorrido medio mundo con la batería, nos ha enviado desde Argentina una abrazo a todos los aquí presentes.

Y cómo no aplaudir cuerda de Carlos, que tuvo hasta 13 hijos con Tomasa Arrazubi, la de Amunarrizketa, y dejaron cinco generaciones de músicos, aficionados y profesionales, por Tafalla, Olazagutía o Buenos Aires, que llega hasta nuestros días, algunos de los cuales, están aquí con nosotros. Otros, como Carlos Catalán, nos envía cariñosos recuerdos desde Argentina lamentando que la enfermedad de su esposa le haya impedido venir a descubrir esta placa.

Todos ellos, los viejos Pajes y los nuevos, los de aquí y los de allí; incluso los que se han desparramado por el mundo y llevan el apellido Catalán perdido por las sucesivas generaciones, y que seguramente no sabrán de dónde les viene ese especial sentido musical, todo ellos va a estar representados en esta Placa-Homenaje que le van a colocar sus familiares y la Sociedad Altaffaylla.

Y además, esta placa nos tiene que recordar a todos nosotros y nosotras que la música, los cantos, las rondas y la alegría popular no deben desaparecer nunca de las calles de Tafalla.

            


 

El 6 de Junio el 2013 la asociación Altafaylla y los familiares de los Pajes colocaron una placa en la C/Mayor nº 3 donde vivieron los Catalán. Acompañados de los Nuevos Pajes serealizón una ronda recordando a este singular quinteto. Acompañados por muchos tafalleses realizamos el acto mientras tocábams sus canciones.

Abajo está el texto que se leyó.

Las fotos y el vídeo son del periódico digital ahorazonamedia.com

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